La huella de carbono de una organización se refiere a la suma de gases de efecto invernadero emitidos a la atmósfera como resultado de sus operaciones. La mayoría de las veces se calcula para un año determinado, pero también puede aplicarse a acontecimientos concretos. Suele indicarse en kilogramos o toneladas equivalentes de dióxido de carbono o con un desglose por gas de efecto invernadero específico.